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¿La homosexualidad es un síntoma de algún desorden?

14:25 12 agosto in Preguntas Frecuentes

“Yo no pienso que la homosexualidad sea normal. La población homosexual es alrededor del 2%, 1.5% – 2%. Por tanto estadísticamente no es “normal” en
el sentido que está muy difundida. Además de esto, no es normal tampoco en términos de natural design.

Por Ángel Expósito Correa
Cuando hablamos de ley natural, y de la función del cuerpo humano. Cuando miramos la función del cuerpo humano, la homosexualidad no es normal. Es un síntoma de algún desorden. La normalidad es aquello que cumple una función conforme al propio design; ésto es el concepto de ley natural – y en este sentido la homosexualidad no puede ser normal, porque la anatomía de dos hombres, los cuerpos de dos hombres, o dos mujeres, no son compatibles”

El doctor Joseph Nicolosi desde hace varios años de terapia reparativa de la homosexualidad; es cofundador y director de la Asociación Nacional para la Investigación y la Terapia de la homosexualidad (NARTH), miembro de la Asociación Psicológica Americana, autor de numerosos libros y artículos
científicos. El periodista italiano de la revista “Studi Cattolici” (no. 525, noviembre de 2004, págs. 830-832), Roberto Marchesini, lo ha entrevistado tras una conferencia en Milán. He aquí la entrevista:

P.- Doctor Nicolosi, ¿qué es la homosexualidad?

R.- La homosexualidad es un síntoma de un problema emotivo y representa necesidades emotivas insatisfechas desde la infancia, especialmente en la relación con el progenitor del mismo sexo. En otras palabras: para el chico que no ha tenido una conexión emotiva con el padre, y para la chica que no ha tenido atención emotiva por parte de la madre, ello puede inducirles a desarrollar un síntoma de atracción hacia el propio sexo, u homosexualidad.

P.- ¿La homosexualidad es «normal»? ¿Y qué es normal?

R.- Yo no pienso que la homosexualidad sea normal. La población homosexual es alrededor del 2%, 1.5% – 2%. Por tanto estadísticamente no es “normal”
en el sentido que está muy difundida. Además de esto, no es normal tampoco en términos de natural design. Cuando hablamos de ley natural, y de la
función del cuerpo humano. Cuando miramos la función del cuerpo humano, la homosexualidad no es normal. Es un síntoma de algún desorden. La
normalidad es aquello que cumple una función conforme al propio design; ésto es el concepto de ley natural – y en este sentido la homosexualidad no puede ser normal, porque la anatomía de dos hombres, los cuerpos de dos hombres, o dos mujeres, no son compatibles.

P.- ¿Cuáles son las causas de la homosexualidad? ¿Y existe una causa genética?

R.- Como he dicho, las causas de la homosexualidad se remontan a la autopercepción del niño o de la niña en la primera infancia. El chico necesita de una relación con su padre para desarrollar su substancial identidad masculina, la chica necesita de una unión emotiva o relación con su madre para desarrollar su feminidad. Es el sentido del género que determina la orientación sexual; en otras palabras, cuando un chico se siente seguro de su masculinidad, se siente naturalmente atraído por las mujeres. Y la misma cosa es verdad para las mujeres: cuando una joven chica se siente segura de su identidad femenina, se sentirá naturalmente atraída por los chicos. El homosexual es una persona que carece del sentido de género, y por ello trata de remediar, o busca un remedio a través de otras personas. Esta inclinación se hace sexualizada, y es por ello que manifiestan el síntoma de la homosexualidad.
Se habla mucho de las causas genéticas de la homosexualidad y más o menos hace veinte años en los Estados Unidos se hablaba en continuación del «gen
gay», o de «cerebro gay», pero ningún estudio ha demostrado tal cosa. De hecho los activistas gay en los Estados Unidos ya no hablan tanto de bases
biológicas o genéticas, porque ningún estudio lo ha demostrado y ha ofrecido tal confirmación. Son mucho más evidentes las causas familiares y
ambientales, especialmente aquélla que llamamos la «clásica relación triádica» constituida por el chico con un padre distanciado y crítico, por una madre hiper-involucrada, intrusiva y a veces dominante y por un chico constitucionalmente sensible, introvertido y refinado que está expuesto a un riesgo mayor de sentirse falto en la identidad sexual. Nosotros vemos este esquema continuamente.

Nosotros reconocemos que en muchas personas hay una predisposición constitucional a la homosexualidad, pero es una cosa distinta a la pre-determinación, o a una “causa” directa. Esto es, el chico puede ser constitucionalmente proclive a la homosexualidad, en los términos de su constitución pasiva o delicada, y en su dificultad en crear un vínculo con el padre y en sentirse confiado para con el mundo masculino, pero es necesaria la “clásica relación triádica” ambiental para crear un problema homosexual a un chico con esta constitución.

P.- ¿Cuál es la diferencia entre “gay” y “homosexual”?

R.- Es esencial hacer esta importante distinción entre gay y homosexuales. Los activistas gay querrían que nosotros creyésemos que todos los homosexuales son gay. De hecho, incluso la jerarquía de la Iglesia católica cree que las personas homosexuales sean «gay». Nosotros no creemos que ellos sean gay. La palabra «gay» indica una identidad socio-política. Homosexual, en cambio, es simplemente una descripción de un problema psicológico, de una orientación sexual.

Las personas que vienen a nuestra clínica, que buscan una ayuda, tienen un problema homosexual, pero rechazan la etiqueta de gay. No quieren ser llamados “gay” porque no se reconocen en aquella identidad socio-política y con el estilo de vida gay.

P.- ¿El movimiento gay es un movimiento para los derechos humanos?

R.- Desde un cierto punto de vista lo es, es un movimiento para los derechos humanos, o para los derechos civiles, porque todas las personas, no importa cual sea su orientación sexual, tienen que disfrutar de los derechos civiles – de todos modos ello no significa que la sociedad deba redefinir el matrimonio; ésto es otro argumento que va más allá del objetivo de esta conversación.

Nosotros creemos que muchos activistas gay han usado la cuestión de los derechos civiles o de las libertades civiles como una manera para oprimir personas que están tratando de cambiar, personas que están tratando de salir de la homosexualidad. Hay una población entera de individuos que han salido o que están saliendo de la homosexualidad, y este hecho es una amenaza para los activistas gay, y los activistas gay están tratando de suprimir y silenciar este punto de vista, esta población.

P.- Los investigadores dicen que los homosexuales sufren mucho. ¿La causa de este sufrimiento es la homosexualidad o la homofobia social?

R.- Nosotros creemos que hay sufrimiento para las personas homosexualmente orientadas en la sociedad, porque la cultura gay es minoritaria en esta sociedad y porque los objetivos sociales del movimiento gay constituyen una amenaza para el cuerpo social porque los gay quieren redefinir el
matrimonio, la naturaleza de la paternidad, y la norma social fundamental acerca del género y del sexo, por ello la sociedad ha resistido a la normalización de la homosexualidad y a la visibilidad de los gay. Y reconocemos que ello sea difícil para las personas que se identifican como gay.

De todos modos, de lo que no se habla es del desorden intrínseco en la condición homosexual. Nosotros creemos que la homosexualidad sea intrínsecamente desordenada, y contraria a la verdadera identidad del individuo ; y muchos de los síntomas de los que sufren las personas gay y lesbianas no son causados por la homofobia social sino porque la condición misma es contraria a su verdadera naturaleza.

Muchísimos estudios demuestran que los homosexuales son más infelices, depresivos, predispuestos a los intentos de suicidio, tienen relaciones pobres, son incapaces de mantener relaciones a largo plazo, tienen comportamientos autolesionistas e inadaptados. Pero no se puede simplísticamente decir que todo ello esté causado por la homofobia de la sociedad. En parte lo es; pero yo creo que la mayor parte de los sufrimientos se deba a la naturaleza desordenada de la misma homosexualidad – porque se opone a nuestra naturaleza humana.

P.- ¿El cambio es posible ?

R.- El cambio es realmente posible. Nosotros vemos cada vez más individuos que quieren dar un paso al frente y dar su testimonio. Hace cinco años
hubiera sido muy difícil encontrar un ex homosexual que quisiera exponerse, pero felizmente hoy hombres y mujeres que eran declaradamente
gay y lesbianas, que vivian un estilo de vida gay, ahora quieren discutir abiertamente de su proceso de cambio. Muchos de ellos están casados con niños, y les habían dicho que no tenían otra opción que ser gay, y que tenían un gen de la homosexualidad, y que tenían que aprender a aceptarlo,
pero estas personas han sido capaces de ir a fondo en las causas de su atracción hacia el propio sexo. Y entonces han descubierto que muchos de
sus sufrimientos eran debidos a causas emotivas. Y cuando estas necesidades han sido reconocidas honradamente y satisfechas de manera sana, su deseo homosexual ha disminuido.

P.- ¿Qué es la terapia reparativa ?

R.- La terapia reparativa es un particular tipo de psicoterapia que es aplicada a los individuos que quieren superar su atracción homosexual. Es una terapia particular que mira a los orígenes y a las causas de esta condición, que ayuda al cliente y comprenderse, enseñándole a entender qué ha ocurrido en su infancia, a entender los sucesos particulares que le han ocurrido, especialmente en los términos de las relaciones con su madre y con su padre, y a ir más allá de todo ello, a apoyar al cliente en crear aquellas nuevas relaciones que son sanas, que son benéficas, y que compensan el  vacío emotivo que se ha creado en su desarrollo.

La terapia reparativa estudia realmente a fondo las técnicas que son más eficaces para disminuir la homosexualidad de una persona y a desarrollar su potencial heterosexual.

P.- ¿Cuáles son las bases teóricas de la terapia reparativa ?

R.- Fundamentalmente la terapia reparativa comienza, teóricamente, con la terapia psicodinámica, esto es, aquella que estudia las fuerzas subconscientes que gobiernan el comportamiento de las personas.

Desde el punto de vista teórico nosotros creemos que las necesidades emocionales no satisfechas se expriman indirectamente bajo forma de síntomas, y en el caso de la homosexualidad como atracción homosexual; pero que la homosexualidad no afecte realmente al sexo, cuanto más bien el intento de adquirir satisfacciones emotivas e identificación, complemento, a través del comportamiento homosexual; intento que sin embargo no funciona, y es ésta la razón por la que las personas vienen a buscarnos.

Muchos de los desarrollos teóricos están basados en la teoría psicodinámica clásica: nosotros usamos muchos conceptos freudianos – como es notorio, Freud pensaba que la homosexualidad fuera un desorden del desarrollo, y que fuera una condición que podía someterse a tratamiento. Aunque el mismo Freud fuera un defensor de los derechos de los gay, creía que el tratamiento debía estar disponible para aquellos que querían cambiar, y nosotros seguimos la misma línea de tradición.

Nosotros usamos también muchas de las “teorías del apego” de John Bowlby, de aquélla de las relaciones objetuales y de la self-psychology, muy
popular en los Estados Unidos. Nosotros trabajamos también con la familia de origen, ayudando al paciente a entender sus relaciones con su familia, y su papel en la familia, y como el sitio ocupado por él en la estructura familiar lo ha conducido al fracaso en la adquisición del propio género”.

Aparte algunas referencias quizás poco afortunadas aquí o allá (las referencias a Freud*, por ejemplo), no cabe duda que el testimonio de este psiquiatra cuestiona todas las teorías acerca de la “naturalidad” de la homosexualidad y de la “inutilidad” de su curación. El doctor Nicolosi nos pone ante la evidencia de cómo reacciona la naturaleza cuando por problemas psico-emotivos – convertidos por arte y magia de los gurús de la progresía en “inalienables conquistas de la civilización” -, se la somete a prácticas y a doctrinas que niegan su autenticidad: sufrimientos, marginación, depresión, intentos de suicidio, etc.

La lucha contra la negación del carácter patológico de la homosexualidad en todos sus aspectos (individuales y sociales) no debe ser por tanto sólo y exclusivamente un acto de legítima defensa de la sociedad frente a amenazas que minan sus más íntimos y básicos fundamentos, sino ante todo
un acto de caridad hacia hermanos enfermos que necesitan de la verdad sobre su condición para dejarse curar.

Ángel Expósito Correa